El arte de seducir y conquistar a una mujer data de hace muchísimos años y no es tan sencillo. Atraer a la chica que te gusta puede resultar complicado, y por eso se empezaron a utilizar los piropos como una estrategia para llamar la atención.
A todas nos ha pasado en alguna ocasión: vemos que no llegamos y nos obsesionamos con el tiempo. Esto, en vez de potenciar la llegada del clímax, lo aleja. Por ello, en lugar de enfocarte en los objetivos déjalo para la oficina, has de cambiar tu atención hacia la sensación. De esa forma, tu cerebro puede estar trabajando a favor de tu orgasmo y no en contra de él. Presta atención a cómo se siente tu cuerpo cuando te acaricias o cuando tu pareja te toca sensualmente. Esto sucedió así porque, en su planteamiento, había un problema epistemológico: ella pensaba que cultura es. Nuestra cultura no es un todo compacto.